El SEO es un campo de actuación en constante evolución. Puede que sea una de las parcelas profesionales del marketing donde la flexibilidad y curiosidad de quienes la desempeñan tengan más valor. Por eso, quedarse en aquello que funcionaba en el pasado, más allá de ser un error, es contraproducente.
Google ha ido puliendo a lo largo de los años sus requerimientos para aparecer en su buscador y a la par ha perfeccionado sus herramientas para detectar cualquier práctica que infrinja sus “normas”. En este artículo, descubriremos prácticas de SEO obsoletas en comparación con las tendencias actuales y te explicaremos cómo adaptarte a las demandas de los motores de búsqueda modernos. Y, por supuesto, a las de los usuarios.
Índice
- 1 Prácticas SEO que debes dejar de hacer (si aún lo intentas)
- 2 Prácticas de SEO actuales para una web exitosa
- 2.1 1. Tu nuevo mantra: Optimizar para la intención del usuario
- 2.2 2. Crea contenido valioso (que oigas el clic)
- 2.3 3. Link building sí, pero de calidad
- 2.4 4. Para todo lo demás, SEO técnico avanzado
- 2.5 5. No te olvides de cultivar tu credibilidad
- 2.6 6. Uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático
Prácticas SEO que debes dejar de hacer (si aún lo intentas)
Muchos de estos “trucos” funcionaban a corto plazo… hasta que las actualizaciones algorítmicas iban poniendo a cada uno en su sitio. Si tienes un sitio web con algunos años a las espaldas, echa un vistazo por si acaso se te ha colado alguna:
1. Uso excesivo de palabras clave
Parece mentira, pero es una práctica que aún se ve hoy en día. Hace una década, el uso excesivo de palabras clave (denominado en inglés ‘keyword stuffing’) era la táctica principal para posicionarse. Frases como “mejores zapatillas para correr” podían repetirse innumerables veces en una página. Y funcionaba.
Los motores de búsqueda actuales penalizan este comportamiento. La calidad y relevancia del contenido tienen más peso que la densidad de palabras clave. Así que revisa tus textos y dale un respiro a tus usuarios, nadie quiere leer un texto repetitivo ni insulso.
2. Creación masiva de backlinks de baja calidad
Antes, los SEO generaban enlaces masivos desde cualquier fuente posible, sin importar la relevancia o autoridad del dominio.
Actualmente, los motores de búsqueda dan mayor importancia a enlaces de sitios relevantes y confiables. La calidad supera la cantidad, así que prioriza aquellos sitios webs que tengan relación con el tuyo y que puedan aportar valor añadido, y si es posible también, tráfico.
3. Contenido duplicado (¡¡nunca más!!)
Hace algunos años, replicar contenido en varias páginas era una táctica común para ampliar el alcance. Por ejemplo, cuando se quería posicionar en múltiples localidades, muchos hacían un copia y pega de los textos cambiando el nombre de la ubicación.
Esto no tiene sentido en 2025 (ni mucho antes). Google y otros motores penalizan el contenido duplicado. ¿Por qué? Por su escaso valor para el usuario: el contenido único es esencial. Si quieres enamorar de verdad a tu usuario, cúrratelo un poco y dale un poco de tu tiempo para elaborar un contenido solo para él.
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4. Enfoque exclusivo en palabras clave exactas
Antiguamente, los buscadores tenían un funcionamiento mucho más simple y necesitaban encontrar las palabras clave de forma literal y exacta para entender que una página respondía a una búsqueda. Una simple variación entre singular y plural se consideraban dos búsquedas diferentes.
Ahora, estas herramientas se han perfeccionado mucho y la búsqueda semántica entiende la intención detrás de las consultas, permitiendo un enfoque más natural. Por tanto, recuerda que escribes para los usuarios, no para los buscadores, y trata de que las palabras clave aparezcan “salpicadas” de forma natural.
5. Optimizar solo para motores de búsqueda
Esto sigue ocurriendo hoy en día, y puede ser la diferencia entre una estrategia a largo plazo que funcione o que no. El SEO se centraba exclusivamente en técnicas que agradaran a los algoritmos (por eso se decía aquello de que “los textos eran para los bots, no para los usuarios”).
Hay que admitir que funcionaba, ¿pero qué sensación le daba al usuario que llegaba a una página con un texto aburrido y repleto de repeticiones de palabras clave sin sentido? Por eso, se considera un error en SEO seguir poniéndolo en práctica; en la actualidad la experiencia del usuario (UX) tiene prioridad. Un sitio no solo con contenido interesante y útil, sino también rápido, intuitivo y adaptado a dispositivos móviles es fundamental.
Como puedes ver, la evolución en SEO es evidente y hay bastantes cosas que han cambiado con el transcurso de los años, es trabajo de todos adaptarse para que las webs estén lo más dirigidas posibles a satisfacer a los usuarios que las visitan. A continuación hacemos un pequeño resumen de cuáles son las prácticas SEO que sí funcionan.
Prácticas de SEO actuales para una web exitosa
No existe una varita mágica en SEO, pero seguro que si cumples varios de estos requisitos, tu estrategia de marketing online tendrá más éxito a medio y largo plazo (nadie dijo que las prisas fueran buenas en el posicionamiento orgánico):
1. Tu nuevo mantra: Optimizar para la intención del usuario
No lo decimos nosotros, lo dice Google: Las búsquedas no solo se tratan de palabras clave, sino de responder preguntas y resolver problemas. Las estrategias actuales incluyen comprender la intención de búsqueda detrás de cada consulta, como informativa, transaccional o de navegación.
Si logras que las diferentes páginas de tu sitio web resuelvan de forma clara estas intenciones, tienes más papeletas para posicionar correctamente. Piensa en grande.
2. Crea contenido valioso (que oigas el clic)
Desde aquí reivindicamos el papel de una buena redacción, muy alejada de los antiguos textos repetitivos y machacones orientados a SEO. Los motores de búsqueda premian el contenido único, relevante y bien estructurado. ¿No lo haríamos así cualquier de nosotros al enfrentarnos a una información?
Artículos, videos y guías que abordan los temas en profundidad tienen mejores oportunidades de clasificarse. Analiza qué formato explica mejor lo que quieres contar, no es lo mismo leer una receta que ver en imágenes los pasos de cómo montar una mampara de ducha. Busca la manera de explicarlo mejor que nadie y si culminas con un texto con el que notes que has quedado a gusto tendrás una gran ventaja para posicionar.
3. Link building sí, pero de calidad
En lugar de obtener enlaces desde cualquier fuente (años atrás nos hubiéramos pegado por ello) centra mejor tus esfuerzos en construir relaciones con sitios relevantes. Esto es, ya no se trata de un simple mercadeo de enlaces: las estrategias incluyen colaboraciones, contenido invitado de alta calidad y menciones de marca.
4. Para todo lo demás, SEO técnico avanzado
El SEO se ha vuelto más técnico si cabe, pero no debe asustarte. Aspectos como velocidad de carga rápida, estructuras de URL amigables, datos estructurados, una buena experiencia en dispositivos móviles y optimización para Core Web Vitals son importantes.
Por eso, déjalo en manos profesionales y pide datos del antes y el después para poder valorar el impacto de las acciones hechas. Medir es tan relevante en SEO como en cualquier campaña porque solo así se puede saber el impacto de las acciones.
5. No te olvides de cultivar tu credibilidad
Estrategias reflejadas en las guías oficiales de Google para sus evaluadores como E-E-A-T (siglas en inglés para la experiencia, el conocimiento, la autoridad y la confiabilidad de los sitios webs y su contenido y autores) influyen en el rendimiento de forma clara.
¿Cómo puedes trabajar esto? La creación de perfiles de autor, referencias confiables y señales de confianza (un autor identificable a través de sus perfiles sociales, por ejemplo) son primordiales. Si sabes mucho de un tema, demuéstralo. Si cuentas con profesionales que lo hagan mejor que tú, delega en ellos. Y enseña quiénes son para que tus usuarios puedan confiar en sus palabras (y Google también lo hará).
Échale un vistazo a nuestra guía definitiva de E-E-A-T y SEO.
6. Uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático
Motores de búsqueda como Google utilizan algoritmos basados en IA para ofrecer resultados más precisos. Las herramientas de inteligencia artificial a disposición de cualquier usuario pueden ayudar a identificar patrones de búsqueda y mejorar la personalización del contenido.
Lejos de demonizarlas, aprender a usarlas con sentido común puede ser de gran ayuda para sumar nueva información y acelerar procesos que hubieran sido más repetitivos y tediosos. Así que, ¡bienvenida sea la tecnología con cabeza!
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Ya lo hemos dicho: en SEO, adaptarse es necesario para cumplir con los requisitos actualizados de los motores de búsqueda. Aunque muchas prácticas del pasado siguen siendo relevantes en su esencia, la clave está en evolucionar y adoptar un enfoque centrado en la calidad, la relevancia y la experiencia del usuario.
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